En la esfera 8 rematamos la etapa final del trabajo de Sphere Reset correspondiente con la Recuperación del Poder. Es la antesala de la siguiente y última etapa que nos lleva hacia la Magia. Entramos en un trabajo desde la Esfera Onírica que engloba el mundo de los Sueños, despiertos y dormidos, en todos sus formatos. Durante la práctica se desarrolla una claridad esférica que nos permite ser más conscientes de los sueños que tenemos, entrar en ellos de forma deliberada, controlarlos e incluso trabajar o limpiar con los reseteos a través de esos momentos oníricos. Lo que ha salido a la luz es que, de alguna forma, toda la contaminación que nos hemos quitado estaba coartando la capacidad de soñar y los poderes que esta facultad encierra.

Si las personas pasamos una media entre seis y ocho horas durmiendo, se considera que a lo largo de la vida dormimos una media de entre 23 a 25 años. Aunque la mayoría de las personas no recuerdan los sueños, de este cuarto de siglo durmiendo, se estima que pasamos unos 4 años en los Mundos de Morfeo. Estas estadísticas son muy generales y no atienden al desarrollo posible dentro de esta esfera, es decir, no pueden medir la capacidad real de cada ser de moverse libremente en este campo. Fisiológicamente volvemos a encontrarnos con una parte del cerebro que llevamos usando desde el principio con Sphere Reset: el tercer lóbulo o Sistema Límbico. En esta área del cerebro tenemos el cíngulo: una estructura en forma de cinturón. En el encéfalo corresponde a la circunvolución del cíngulo, que contornea el cuerpo calloso y forma parte del sistema límbico, y al haz cingular, manojo de fibras que discurre en la sustancia blanca de la circunvolución del cíngulo. En esta zona se acumulan toda la información cerebral inconclusa, aquello que no hemos resuelto, los conceptos que no quedan claros, dicho de otra manera: las ventanas que abrimos en el ordenador y que no sabemos como cerrar. Toda esta información se vuelca en el fórnix en el momento que cerramos los ojos antes de dormir y los sueños ordinarios surgen de este cocktail de información dispar que da lugar a esos sueños sin sentido. En el momento que vamos limpiando todo el cuerpo, el cerebro recobra la capacidad de reconectar con el espíritu, tal y como hemos visto en cursos anteriores. De aquí surgen un tipo de sueños diferentes, con otro grado de claridad y más acorde con lo que podríamos considerar como mensajes.
Este sistema de comunicación del espíritu no está relegado únicamente al momento de soñar mientras dormimos, sino que se puede dar en muchos formatos que dentro de nuestra cultura no se explican ni se le atribuyen a la esfera onírica:
-El estado de lucidez mental se debe precisamente a este proceso de soñar despierto, donde la memoria es un buen ejemplo de ello pues es un movimiento cerebral que se da en el sistema límbico y que se ve colapsada normalmente por las inferencias del pensamiento que más que ayudar al recuerdo impiden esa fluidez de información.
-La creatividad es también una consecuencia del mismo procesado de datos onírico. Muchos artistas, músicos, inventores, filósofos, etc. han desarrollado gran parte de sus ideas desde los sueños que han tenido previamente, tanto en vigilia como despiertos. La fórmula que esto requiere depende de la lucidez y la capacidad de memoria mencionada anteriormente. Por lo que podemos observar la capacidad de soñar tiene una evolución que pasa por ser consciente y estar lúcido dentro de esa visión onírica, para más tarde recordarla y apoyarnos en ella para crear lo que se haya transmitido a través de este sistema de mensajería del espíritu.
-En muchos casos, los sueños pueden predecir o conectarnos con la realidad ordinaria anticipando acontecimientos o simplemente sintiendo de manera simultánea a personas o situaciones con las que podemos conectar. Este fenómeno ocurre de la misma manera cuando presentimos a alguien mientras estamos despiertos o conectamos de forma telepática con otras personas.
-El acto de conectar con otros seres de otras dimensiones también es un acto de soñar o se produce mediante este estado de ensoñación consciente. Pasa de la misma forma cuando establecemos una comunicación con nuestros guías espirituales o a través de personas que ponen voz a aquellos que no forman parte de esta materialidad, como es el caso de los mediums o los videntes.
Estamos acostumbrados a considerar el mundo de los sueños como un reflejo de la realidad sólida y aislamos dentro de este límite tanto su comprensión como sus posibilidades, intentamos traducir los sueños a un lenguaje que no les corresponde. Existe una dictadura de lo físico que impide ver más allá de nuestro cuerpo y así nuestro aprendizaje no nos lleva más lejos de las fronteras de la piel. Como dirían los brujos: “tu punto de encaje está fijo”. Dentro de Sphere Reset todas las 13 dimensiones esféricas son espejo y reflejo a la vez unas de otras, todas influyen unas sobre otras, no existe una jerarquía de importancia, si no una diversidad en la que se establecen las diferencias y las características propias de cada dimensión que representan en cada esfera el ser en sus diferentes facetas. La octava esfera tiene al igual que la esfera siete en el vehículo lumínico, la naturaleza de englobar toda la información del ser en el formato onírico. Con lo cual este reflejo y espejo integral del ser también tiene su representación en esta esfera ocho. Dentro de la esfera Onírica hemos podido observar dos nuevos conceptos que estaban siendo obviados, incomprendidos o totalmente ignorados en el ámbito del desarrollo personal y las distintas técnicas: el cuerpo del sueño y el campo onírico. El cuerpo y el campo del sueño tienen la misma característica común que su esfera y es que también son espejo y reflejo de nuestro cuerpo físico y del entorno espacial en el que nos movemos. La particularidad exclusiva de esta esfera onírica y del cuerpo y el campo con el que la habitamos es que no está sujeta a las leyes del tiempo y el espacio físicos. Esta característica propia es la que rompe con los límites a los que nos vemos sujetos en la realidad sólida, es decir, en la esfera onírica todo es posible salvo la materialización, que es exclusiva de la primera esfera. Lo que podemos deducir y aprovechar de estas posibilidades casi infinitas de los sueños es la reintegración de todo aquello que queramos y que, como foco de trabajo, va a reflejar luego sobre nuestra vida en todos sus aspectos.
-Con respecto a su posición, la octava esfera comparte la función intermediaria: es la parte energética del espíritu, o sea, donde el espíritu cumple sus funciones y despliega su movimiento. La primera intermediación es entre las esferas siete y nueve, kármica y espíritu, donde la esfera de onírica hace de interlocutora entre el espíritu y la luz. Esta relación se plasma en la información que se intercambia de la luz al espíritu que es transformada al lenguaje de los sueños para poder ser codificada al sistema comunicativo espiritual y viceversa, donde los sueños del espíritu son plasmados en la luz para poder ser transmitidos hacia el resto de las esferas.
De esta forma es como luego somos capaces de simultanear la percepción onírica con la ordinaria a través de los distintos tipos de sueños básicos: despiertos (ojos abiertos o cerrados), o dormidos. Esta es la manera a través de la que obtenemos información de nuestro espíritu y de los espíritus que conviven con nosotros. Si somos capaces de poner todos los sentidos y nuestra mente al servicio del espíritu, podemos ver realmente que no existen una realidad auténtica y otra falsa, si no que son dos caras de una misma moneda y su naturaleza es ilusoria cuando son consideradas como una separada de otra. La única autenticidad posible es mediante la fusión de ambas, física y onírica, sólida e intangible, manifestada y no manifestada. Es a través de esta convivencia donde se puede dar lugar al quid que marca la esencia de la vida de cada ser, la posibilidad de vivir tu sueño, de cumplir tus propósitos en la vida, darle el sentido que en cada uno se necesita para ser libre a través de la comunicación de todas las esferas personales con el universo.
La esfera onírica encierra los secretos de las posibilidades que se abren solo mediante el acto de soñar y que sólo pueden ser comprendidos al llevarlos a la creatividad. Con esta fórmula es como los sueños se pueden materializar, creando, plasmando en el hacer de tus manos la inspiración proveniente de estas visiones. Las cosas nunca ocurren solas, es necesario intervenir para que se produzcan los cambios. Esta intervención puede ser mediante el hacer y el no-hacer, de su combinación es de donde surgen las creaciones que llevamos a cabo a diario. El arte de soñar consiste en convivir con estas dos fuerzas, generar un puente para movernos libremente entre ellas según se requiera, sin quedarnos fijos o atrapados en ninguna de ellas. En cuanto este equilibrio se produce, resurge la esencia de lo auténtico en el ser y podemos percibir la autenticidad esencial de lo que nos rodea. Con estas condiciones podemos acceder a todas las posibilidades de todas las esferas, en ese momento es cuando recobramos la totalidad del poder, la totalidad de nuestra autoridad, la posibilidad de ser autor, creador. Ahí es donde empieza la Magia.

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Las Esferas del Ser son 10 y son la base estructural sobre la que se apoya todo el trabajo de Sphere Reset.